30 agosto 2006

Romance de la pastorcilla Bobina y el Conde Sador

Cuentan que no hace mucho que un apuesto condensador
a una bella bobina le declaraba su amor:

-¡Oh, Bobina! yo te canto por tu bello flujo saliente
por tus bellas espiras y terminal correspondiente.

Si fueses mía Bobina y me dieses tu corriente
con potencia quitaría tu flujo remanente
y descebada serías ¡Oh, Bobina!, para siempre

"-Tus palabras me conmueven noble Conde Sador
mas no soy yo mi dueña sino mi progenitor,
que me tiene destinada, mi padre, el Transformador,
al devanado inducido de un asíncrono motor
para poder excitarlo y hacer girar el rotor."

"-Aunque tenga que quemarme yo seré tu salvador.
No muy lejos de esta malla conozco a un tiristor
que si yo lo disparase haría con gran ardor
un corto en el secundario de tu padre, el Transformador.

Y así serás libre para siempre ya, sin dolor,
y después nos casaría un hermoso conductor
que en circuito resonante uniría nuestro amor."

Y cuentan que fue así como en esa noche ocurrió
lo que él planificara y que muy bien salió.
Pasaron varios períodos hasta que él confesó:

"No puedo más Bobinilla, que tu tensión me cargó
a la V pico-pico ¿y qué hago ahora yo?".

Y sin poder evitarlo fue ella y se conectó
y en 3 constantes de tiempo con ganas se descargó.
Por no usar la cinta aislante ocurrió lo que ocurrió,
y ocurrió con tal frecuencia que el período no llegó.

"¿Será el atraso en pi medios por lo que no me llegó
o será que con descargas mi amado se desfasó?"

Preguntose la bobina pero no era atraso, no.
Trantándose de un penalty que pronto pasó a ser gol.
Y aquí termina la historia de este capacitor
que por no cerrar a tiempo ese gran interruptor
vivió por siempre con ella y lo que es mucho peor:
con la Bobina acoplada suegra del Conde Sador".

1 Comments:

At 30 septiembre, 2006 13:47, Anonymous Anónimo said...

en fin...

 

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