16 agosto 2006

Preparando la batalla.

Se aproxima el final de la tregua y un nuevo horizonte de destrucción se vislumbra. Después de los recientes casi 40 días de ardua batalla, todo parecía indicar que la reanudación de las hostilidades de Septiembre iba a ser un paseo. De 16 frentes que tenía abiertos sólo me quedan 4, pero si bien el enemigo está muy mermado, yo también he visto disminuido mi potencial.

La cantidad de neuronas disponibles ha bajado drásticamente, este tiempo de tregua no ha servido para recuperarme todo lo bien que me hubiera gustado y he sufrido un bajón tecnológico que pone en serio riesgo el éxito del asalto a ACSO. El resto, aunque no son especialmente difíciles son un tostón, y eso hace ineficaz los planes de estrategia para la batalla.

Pero hay algo que anima. El final de la guerra se acerca y el enemigo será cruelmente aniquilado. Todo parece indicar que para el siguiente septiembre ya no tendrá capacidad de poner resistencia y la victoria ya sea mía. Quizás para entonces sólo les quede para sucumbir definitivamente el PFC y algún foco de rebelión de libre elección suelto. Parece mentira pero llevo ya casi cuatro años de lucha que parecía no tener fin, pero ahora ya empiezo a plantearme para cuando habrá acabado todo esto.

En fin, se nota que me aburro bastante así que mejor acabo ya con esto y me pongo a hacer alguna otra cosa de provecho.

Que la fuerza os acompañe.

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