18 octubre 2006

Sea Odissey

Había una película que se llamaba así, o eso creo. No se de que iría la peli, aunque algo me dice que de alguna odisea en el mar, en todo caso, no debe ser muy distinto a lo que ha pasado esta tarde.

El caso es que la tromba de agua de hoy me ha pillado en plena calle, ha empezado a llover y he acelerado el paso para llegar antes de que la cosa empeorara, pero la cosa empeoró antes de que yo llegara, y la pequeña lluvia se volvió tromba de agua. Decido refugiarme en lo que debe de ser un portal de una futura tienda ahora en obras, que aunque la puerta estaba atrancada estaba medio metro metido hacia adentro y podía refugiarme. Entonces es cuando empieza a granizar, y aunque estoy semiacubierto me estoy llevando un puñao de pedradas por la cabeza y brazos. Y no había ningún refugio mejor cercano. El caso es que desde el almacén ese en obras se apiadan de mí y me abren, (muchas gracias :) ). La tromba no habrá durado más de 10 minutos, como mucho habrán sido 15 pero cuando la tormenta amainó decido salir de allí y tratar de volver a mi casa, pues bien, ahí empezó la odisea. El almacén ese estaba en Fernando el Católico, a menos de 10 minutos de mi casa, pero tarde casi 45 minutos en poder llegar por fin a casita.

El primer serio problema está justo antes de llegar al río, la avenida de la petxina tenía un nivel de agua que llegaba justo hasta la acera. Busco el sitio menos profundo para vadear la calle, que requiere irme bastante hacia Perez Galdós, justo donde hay unas escaleras que bajan al río. A pesar de que aparentemente el río puede ser el camino menos sugerible para ir en estas condiciones, decido cruzarlo por abajo. Efectivamente era el peor camino que podía coger, el río hacía honor a lo que era, pero aún así, me aventuro a cruzarlo. Cruzo con relativa facilidad hasta la pista de atletismo, pero cuando voy a cruzar el último tramo, me encuentro que me separa de mi destino más de 20 cm de agua, y yo no quiero mojarme tanto. me toca darle la vuelta entera a la pista de atletismo para encontrarme con una situación bastante parecida, aunque con una zona donde no había peligro de ahogarse y cruzo por allí. Fianlmente consigo salir del río habiendo dado más vueltas que un tonto.

Yo pensaba que ya estaba todo hecho, pero no. La avenida Tirso de Molina tenía otro palmo de agua como mínimo, y decido buscar una zona en la que pueda cruzar decentemente. Esto me lleva prácticamente de nuevo a Pérez Galdós, no sin antes que un conductor super majo me salpicase entero al pasar por mi lado. Con ciertas dificultades consigo cruzar Tirso de Molina y llego al Espai Campanar, estoy ya casi en mi casa, pero como no, para cruzar la acera que me separa de casa de nuevo la calle y hasta las aceras inundadas, así que me tengo que ir hasta Marqués de San Juan para encontrar un nivel de agua asequible y poder cruzar por fin a la acera de mi casa.

Resultado: más de media hora en hacer algo que sólo costaría cinco minutos en condiciones normales.

Moraleja: Cuando llueva procura no ir andando.
Moraleja2: El granizo pica.

Esto son visitas y lo demás tonterías ecoestadistica.com