Porque la ocasión lo merece

Sé que dije que no pensaba escribir artículos en mi blog hasta septiempre, pero al final por presión popular he decidido escribir un pequeño comentario (me sé de uno que como me enganche a escribir en el blog va a quedar incapacitado para realizar patadas giratorias de por vida).

Hoy es uno de esos días en los que te sientes satisfecho, en los que el día cunde y recibes buenas noticias. Después de una ligera sesión de IPYGO, a la playita, el sol salió expresamente por nosotros. Sin indumentaria apropiada para la ocasión (me imagino la jena que tenía que dar) pero no importa, todo sea por disfrutar un rato. Pensaba volver a comer a casa, pero he ahí que llegó el momento apoteósico del día, tras una serie de llamadas, Ángel confirma que ha aprobado microondas, y yo tras no querer saberla para no arruinar el día, accedo a que se la digan a hankelet por el móvil también y sorpresa ¡UN CINCO! y ya se sabe cinco, cinco, pues por ahí se las eso. Después de esta noticia, que entre otras cosas quiere decir que me queda la mitad de lo que me quedaba ayer para acabar la carrera, decido quedarme a comer también para celebrarlo, la ocasión lo merece.

Y ahora, tras volver del buffet hispano-asiático para Tonete, chino-con-bravas para el resto, y darme una duchita reconfortante para quitarme la arena y la sal, y tras confirman nuevamente que el 5 es real y existe, pues escribo este post. Y ahora, a partir raudo hacia el cuartel general de Garfield a diseñar el plan que cruja definitivamente al ladrón de Guevara y otros especímenes ipygueros.

Un saludo.

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Vuelvo en 5 minutos